MÉTODO PILATES II
Esfuerzo y constancia, la pereza no va unida a estos ejercicios
ÁNGELES LÓPEZ
Tan sólo quien no haya probado este método puede decir que son ejercicios ideales para perezosos, pues requieren de un esfuerzo y voluntad para llevarlos a cabo y, si no se está en forma, al principio cuesta. Pero se trata de eso, potenciar la musculatura, aumentar la flexibilidad y elasticidad y aprender una correcta postura corporal.
En una primera sesión, los monitores hacen una entrevista para conocer los problemas de salud que pueda tener el alumno y, de esta manera, individualizar la clase y adaptarla a sus necesidades.
El método Pilates tiene tres niveles. El básico, el intermedio y el avanzado. La diferencia entre cada uno de ellos es que cuanto más se progresa, más número de ejercicios se realizan y más complejos son.
Nunca en el nivel básico la sesión debe tener más de un alumno. "No hay dos personas iguales, por eso no puedes dar dos clases iguales", explica Eva Sanz, del centro Sane Pilates. El monitor establecerá un programa y vigilará permanentemente al alumno mientras éste lleva a cabo los ejercicios.
Este método utiliza una serie de máquinas ('reformer', 'cadillac', 'barril con escalera', 'chair', etc.) con las que se potencian más unos músculos u otros, aunque en cada ejercicio siempre están utilizándose la mayor parte de la musculatura. A diferencia de las actividades que se realizan en un gimnasio, donde se centran en una zona del cuerpo y se olvidan de las demás, Pilates realiza un trabajo global donde la concentración es fundamental. También, se tiene muy en cuenta la respiración, como se hace en el yoga, por ejemplo, lo que ocurre es que aquí hay que combinar las inspiraciones y las espiraciones con la fuerza y la relajación de los músculos.
Se trata de reforzar la zona del 'centro de energía', formado por la pelvis, glúteos, abdomen y cadera, y una vez conseguido esto podemos 'descargar' otras regiones del cuerpo como los hombros, cuello, piernas, etc. "Muchas de las lesiones y dolores que tenemos son debidas a una mala postura que está originada en gran medida a que no tenemos en forma la parte más importante de nuestro organismo que es la que se encuentra en la región de nuestro centro de gravedad", explica Mercedes Gallardo, instructora del Estudio Pilates III, formada con Ana María Coba en Milán.
Esta monitora explica que cada día son más las personas que recurren a estas clases y es que "la gente está cansada y aburrida de los gimnasios, tienen lesiones o le falta una armonía corporal". Sin embargo, el gran inconveniente de este método es su elevado precio. Según los centros, una sesión puede oscilar entre los 26 y los 42 euros. En la mayoría, existen bonos de 10 sesiones por los que se reduce un poco el coste. Además, se recomienda una media de dos clases por semana. No obstante, la mayoría de los profesionales consultados por elmundosalud.com tienen la misma opinión, "no es caro porque compensa". Lo que está claro es que no todo el mundo se lo puede permitir, pero si el bolsillo da, probablemente al terminar la clase se pueda comprobar que son más los pros que los contras de Pilates.
EL MUNDO.
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