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Los riesgos de las cabinas de bronceado


El uso de máquinas de rayos UVA aumenta en un 75% el riesgo de padecer un melanoma, según los expertos.


Durante los meses previos al verano se forman largas colas en los centros de bronceado. Han proliferado las cabinas también en gimnasios y peluquerías y se ha normalizado socialmente tomar sesiones al empezar la temporada de playa o justo antes de bodas y comuniones. No obstante, las organizaciones médicas desaconsejan que los menores usen estas cabinas y aportan pruebas fehacientes que sus usuarios tienen hasta un 75% más riesgo de sufrir melanomas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendaba ya en 2005 que los menores de 18 años no se sometieran a sesiones de rayos ultravioleta tipo A (los UVA) por provocar mayor riesgo cancerígeno. En 2007, un grupo internacional de investigadores analizó el corpus de estudios existente hacia la fecha y concluyó que los usuarios eran un 15% más propensos que la media a desarrollar melanomas, el cáncer de piel más mortal y cuya incidencia ha aumentado más que el de colon, mama y próstata juntos.

El pasado sábado 6 de junio, en motivo del Día Mundial de la lucha contra el Melanoma, el coordinador de la Unidad de Melanoma del Instituto Oncológico, Baselga Javier Cortés, declaró que este riesgo podría elevarse hasta al 75 por ciento. Los cánceres de piel se incuban durante unos 20 años y los primeros que los sufran por abuso de UVA no se detectarán hasta dentro de una década. Lamentó que la gente no es consciente de ello y no sabe el riesgo que conlleva el uso de estas máquinas. A los que igualmente las usen, les recomendó "prudencia, muy pocas sesiones y de forma espaciada".

Pero no se trata sólo de melanomas. Los rayos UVA pueden conllevar otras consecuencias a largo plazo, como melanoma ocular, arrugas y flacidez cutánea. Los menores de 20 años tienen aún más riesgo, ya que su piel es especialmente sensible y tiene un sistema inmunológico inmaduro. La piel 'memoriza' la radiación que recibe y por lo tanto las sesiones son acumulativas de por vida. Cuanto más joven se empieza, más pronto se llega al tope.

En ningún caso, según los especialistas, deberían tomar sesiones los menores de seis años. Según la Guía del Bronceado de la Asociación Española del Bronceado, los centros que ofrecen este servicio deben informar siempre de los riesgos con un folleto explicativo, analizar el fototipo de piel de cada cliente y adecuar la duración y frecuencia de las sesiones, además de limpiar las cabinas después de cada sesión. Por su parte, los clientes deben usar siempre gafas, retirar por completo los cosméticos antes de la exposición, no aplicar ninguna crema solar y abstenerse de UVA cuando tomen medicamentos que aumentan la sensibilidad, como los antibióticos, los somníferos, los antidepresivos y los antisépticos.

En la playa tampoco hay que bajar la guardia. El doctor Cortés aconsejó usar el factor solar adecuado e informarse de la frecuencia requerida con que debe aplicarse. Los pequeños, además, deben evitar los mediodías: "A pesar de estar debajo de la sombrilla o llevar camisetas, deben usar cremas protectoras y evitar la playa entre las 11 y las 16 horas, porque la radiación se refleja en la arena".

medicina Tv.

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